Así como quien no quiere la cosa, este orejotas nos ha salido viajero. Desde Palencia se fue de viaje en tren a Aranjuez y desde allí, en coche, a Cuenca. Y todo con una sonrisa de oreja a oreja.
Ahora sólo le toca esperar un poquito para que Elia le de todos los mimos del mundo.
Que bonito! me encanta y los colores son preciosos
ResponderEliminarsaludos
Pues la pobre foto no le hace justicia.
EliminarGracias :)