Hay que ver lo que he avanzado desde hace un par de años hasta ahora. No sabía ni coger la aguja de ganchillo, me desesperaba terriblemente y ahora es una de las labores que más me relajan y que siempre llevo en la mochila a todas partes para dedicarle un tiempo en los ratos muertos.
Pero no cualquier labor de ganchillo, sino los amigurumis. Salen piezas tan bonitas y adorables.
Ahora en mi casa parece que tengo sobre la mesa un zoológico pero quien primero se ha apuntado a la sesión de fotos ha sido el Búho Bonifacio. Un amigurumi de ojos grandes y corazón enoooorme que tiene muchas papeletas para terminar siendo un llavero.
¿Y tú qué opinas?
! Nena ¡... que lindo te quedó, se ve muy tierno, muy dulce, y no le falta detalle, aunque no sepa tejer pero distingo lo bueno eh! Precioso tu trabajo ¡
ResponderEliminar! Besotes y muchos apapachos!,, perdón por no venir como tu te mereces ¡