Como ya se pasó la época de las jubilaciones puedo enseñar este encargo.
Todo empezó con un: ¿me haces un fofucho para una jubilación? Le pones unos libros, un maletín... y poco más.
Luego todo se lió o, mejor dicho, lo fui liando yo: que si la mesa con la silla, que si objetos y libros encima de ella, que si un cartelito colgando del cuello... y ya la repera: la chaqueta.
Insistieron en que era algo muy característico de este maestro y había que hacerle un hueco.
No me pidáis que haga una chaqueta a tamaño adulto pero esta en miniatura quedó muy apañada.
Qué gracioso y que currado esta, me encanta! La chaqueta de croché es amor puro
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Diana.
EliminarAl final la chaqueta quedó muy bien y eso que al principio no estaba muy segura de que fuese a dar buen resultado esta idea :)